Sabíamos que era cuestión de tiempo. Intentó ser política pero los resultados fueron nefastos. Por eso, DOLORES DE COSPEDAL acaba de abrazar su verdadera vocación: el humorismo. Porque otra cosa no, pero ríete tú de los monólogos de Cospedal, que es una versión desternillante de Forrest Gamp con pelazo. Pulsen play y asistan a su debut en la catedral de la comedia.
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