
Querida Sandy:
Lo primero de todo felicitarte por tu cumpleaños. Un día de
fiesta para todos los que te conocemos. En mi casa es fiesta hoy, fíjate,
porque es tu cumpleaños. Y conocerte y festejarlo contigo se merece una fiesta
y 24 de sonrisa ininterrumpida. Pero hoy, en tu cumple, te quiero contar otra
cosa.
Me pongo como las grecas (una expresión que te encanta, I
know) cuando la gente habla del peligro de las redes sociales. Tú y yo nos
hemos hecho amigos gracias a las redes sociales y por supuesto, al buen uso que
hacemos de ellas. Gracias a las redes sociales me enteré de tu sueño, de tu
vida y sobre todo me enteré de la historia de tu madre; una mujer a la que no
conozco pero a la que admiro profundamente. Gracias a nuestra comunicación por
las redes sociales, llevo ya un tiempo viéndote crecer personal y
profesionalmente. Consiguiendo cada meta y persiguiendo cada sueño. Y siempre
con éxito. Hay pocas cosas en las que crea firmemente en la vida, pero tengo
clarísimo que a la gente buena (antes o después) le pasan cosas buenas. Y tú
eres UNA BUENA PERSONA.
He tenido hasta el honor de que escribas en este blog y le
des un toque de elegancia, saber estar y pulcritud del que un servidor carece.
Yo soy el asilvestrado y tú la elegante. Lo siento, pero es lo que ha tocado en
el reparto de papeles, al menos cuando no tenemos gintonics de por medio. Tú
eres de esas personas que pasan por la vida sembrando y sumando y lo más justo
de todo es que los lectores de este blog se enteren. Estamos rodeados (y lo sabes)
de mediocridad y de personas que tristemente han renunciado a sus sueños. Y en
ese desierto, tú eres la llama que permanece encendida para recordarnos a
muchos que hay que soñar, que tenemos obligación de soñar. Y algunos días en
los que a mí se me olvidó, tú te pusiste el disfraz de hada madrina y me lo
recordaste.
Por eso esta carta es para ti, porque desgraciadamente no
sabría expresar de otra manera la felicidad inmensa que es tenerte cerca en la
distancia. Y porque es tu cumpleaños. Y te mereces esto y más. Y espero que
cuando te llegue ese “más” poder estar cerca. Y a ser posible con una botella
de champagne buena, que nosotros no somos de marcas blancas.
Te deseo el cumpleaños más bonito del mundo posible.
Porque tú lo vales.
Tu amigo
Abel
1 comentario:
Gracias Abel por describir asi a mi hija ells realmente es un gran ejemplo para muchos jovenes tenia un sueño y fue a por el.Y su madre y hermanos estamos muy orgullosos de ella.Muchas gracias de parte de mi familia un abrazo.
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