Desde luego, ser ciudadano americano tiene que ser una alegría terrible, porque las cosas que salen en los periódicos de allí no salen en ningún otro sitio. Y en este divagar por la red, me escribe una lectora mujer y heterosexual de Nueva York que me dice que hay una cosa que ha salido en Huffington Post que me va a poner como los locos. Y efectivamente así ha sido. Un crimen, una piscina, un abuelo y una transexual con apellido de estrella obsesionada con el deporte. Arte puro.
Resulta que en Cleveland hay una transexual que se llama Christine Newton John que tiene 41 años y estaba casado con un abuelete de 73. Por supuesto, un matrimonio por amor, porque está comprobado que los abuelos de más de 70 que se casan con travestis de menos de 50 lo hacen por el sentimiento. Y punto. Pero Christine no quería ver a su marido achicarse con la edad, porque Christine es así, de activa y de travesti, y le obligaba a su marido a hacer deporte como si fuera un campeón olímpico. Con 73 tacos. Y el otro día, Christine le dijo al abuelo que tenía que bajar a la piscina, que a los 70 el músculo retrocede y que no era plan. El abuelo protestó, pero bajo. Y el pobre hombre aparentemente, al segundo largo estaba ya que escupía la dentadura postiza del agotamiento. Y quería salir de la piscina. Y Christine le dijo algo así como “por mis pelotas que hasta que no te hagas 20 largos tú no sales de la piscina”. Y el hombre quería salir y la transexual deportista se lo impedía, porque las cámaras de seguridad nos muestran a Christine obligando al abuelo a permanecer en la piscina casi a patadas y empujones. Y tanta intensidad tuvo la cosa que al abuelo le dio un infarto allí mismo y Christine pasó a la historia como la primera transexual con apellido de estrella del pop que se queda viuda en una piscina de Cleveland. Lo cual, si lo piensan, es tremendamente original.
La familia del abuelo, por supuesto, se han puesto hechos unas sífilis y han denunciado a la travesti que ya ha sido detenida y acusada del asesinato del abuelo nadador. La trans fue grabada impidiendo que su marido abandonara la piscina 43 veces. 43 veces. Ya ven, travesti y obstinada la tía. Cualquier día La Veneno hace algo así en la Cibeles y lo vamos a flipar…
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