Si les digo la verdad, estoy empezando a pensar que las de HOLA han decidido largarse de vacaciones hasta la boda de Krusty porque no recuerdo un número tan mierder como este en siglos. A este paso o Ana Obregón se queda embarazada de Justin Bieber (cosa harto difícil para Justin, no para Ana) o lo llevamos claro. Y para añadir sal a la herida, las del HOLA, en estos momentos tan delicados se pasan la revista enseñándonos el dinero de Krusty de Alba, así, sin anestesia…
Es muy obvio que la noticia del año va a ser la boda de esta muchacha y su novio musculoco al que en las fotos cada vez se le ve la piel más tersa. Eso, o que ella está fatal, vaya usted a saber. Y las del HOLA que están más vagas que la chaqueta de un guardia han hecho una especie de monográfico de la Duquesa de Alba.
Y es un poco irritante el ver los casoplones que tiene. No se crean que voy yo aquí en plan comunista marxista, pero da hasta un poco de apuro ver la cantidad de pasta que tiene en estos tiempos donde la peña lo está pasando fatal. Eso, y un poco la ida de olla. Porque, siendo completamente sincero y por mucho que las del HOLA se empeñen en hacernos creer que este amor es de lo más normal, a mi no me la cuelan. A ellas les parece fabuloso ver a Krusty en bikini y de la mano de Alfonso, pero si Krusty fuera mi madre no me haría ninguna gracia. Y eso no tiene nada que ver con la liberación de la mujer. Tiene más bien que ver con las etapas de la vida. De la misma manera que no me parece normal tener 60 años y trabajar de gogó en una discoteca de Torremolinos, pues lo de Krusty tampoco me parece normal. Ni creíble. ¿De verdad hay alguien en este país que se cree que el novio bebe los vientos por ella? ¿En serio? Vamos, no me fastidien. Me parece maravilloso que Krusty y cualquier persona haga lo que le dé la gana con su vida, pero de ahí a que me parezca normal va un trecho muy largo. En la revista HOLA, ni Jesús Vázquez ni Luis Rollán tienen “maridos”, y sin embargo lo de la Duquesa es un amor “maravilloso y súper normal”. Amos anda…
La semana que viene agárrense los machos que ya no queda nada para la boda.
2 comentarios:
Pues qué quieres que te diga, Abel, creo que en este caso en concreto estás siendo víctima de tus prejuicios. Me encanta tu página, me río como una loca con tus comentarios, y en general estoy bastante de acuerdo, pero ya te digo, me parece que en este caso no terminas de ver bien la relación entre dos personas que están a gusto juntas y se hacen felices, haya o no sexo de por medio (tampoco tiene por qué ser el sexo genital, puede haber sexo de mil formas), más allá de la inclinación sexual de cada uno, o de la edad, o de cualquier otra razón. Están a gusto juntos, no hacen daño a nadie, pues ya está. Una puede tener ochenta y cinco años y tener la misma capacidad de amar y sentir que con treinta. Es verdad que a los hijos les repele pensar en sus mayores haciendo según qué cosas, pero eso es una inmadurez que hay que superar. Ya te tocará a ti ser mayor, y lo entenderás. Mientras tanto, te recomiendo que veas "La vida empieza hoy". Puede ayudarte a tener otro punto de vista. Un abrazo
Encarna Zapata
qué maravilla de comentario: razonado, lógico y sin faltas de ortografía, felicidades Encarna.
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