Les traigo una noticia animada de esas que solo pueden ocurrir en Estados Unidos. Y hoy los protagonistas son una abuelo de 94 castaños, una aspiradora moderna y una vecina asustada.
Y las cosas son como les cuento: resulta que el abuelete, que se llama Dave Warren y que está con un pie aquí y otro en el más allá se levantó rumbero una mañana y decidió que tenía que darse un alegrón. Y salio el hombre de casa a dar una vuelta por su urbanización. Y entonces la vio. Allí, tan sola, tan sexy y tan moderna: una aspiradora dispuesta a dar placer a hombres talluditos.
Y el abuelo no se lo pensó dos veces. Se metió con mucha cautela en el garaje del vecino, se bajo los pantacas y los gallumbos, sacó el gusanito del amor y se lo introdujo en la boca succionadora a la aspiradora. Y allí estaba el abuelo entregado al placer moderno cuando una vecina sacó a pasear al perro y le pilló a punto de dejar embarazada a la aspiradora.
La vecina, ante tal espectáculo, en vez de desmayarse, eligió llamar a la policía hecha una hiena. Y commo resultado, el abuelo ha sido detenido por entrar en propiedad ajena y practicar sexo en público. A la hora de escribir estas líneas, la aspiradora no había presentado cargos.
Seguiré informándoles.
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