martes, 19 de julio de 2011

PAQUETES VERANIEGOS DE MARCA


Hace mucho que no les hablo de moda. Entre otras cosas, porque me la trae al fresco, porque no sigo las tendencias y porque escapo de ellas como alma que lleva el diablo. Eso lo hacía mucho mejor que yo el coordinador de moda de la revista Zero, un pobre chico al que le pagaban por decir que el calcetín amarillo es obligatorio llevarlo con una chancla verde loro, porque si no, eres una persona sin gusto y sin clase. Pobrecico.



Les vengo a hablar de moda porque resulta que Dolce & Gabbana, la firma que viste a las (y los) prostitutos, narcotraficantes, homosexuales de provincia adictos a los outlets y gogós de medio planeta acaba de sacar unos anuncios para vender calzoncillos o trajes de baño, que no sé muy bien lo que es. Y, como pueden ver en las fotos, la cosa parece más una película porno de esas donde los hombres se dan aceite entre ellos, para luego perderlo. Porque resulta que un equipo italiano de natación ha decidido posar para los diseñadores con su nueva colección de tangas fashion. Y, que quieren que les diga, en un alarde de experimento sociológico, he mostrado esta foto a cuatro mujeres y a cuatro homosexuales y estas han sido sus respuestas:

-Carmen (Gijón) “el de la perilla me pone muy burra, aunque le veo de muslo flaco”.

-Pablo (Homosexual Navarro) “hay uno que le pone la mano en el hombro a otro y tienen pinta de ir ya muy lubricados de por sí”

-Arantxa (desde las Vascongadas) “me recuerda mucho a la nueva formación de Locomía ¿seguro que no son ellos?”

-Antonio (Homosexual Almeriense) “yo por mí, como si anuncian vacunas contra las garrapatas, yo a estos les compro lo que quieran ellos”

-Julia (desde Madrid) “tampoco es para tanto, si te fijas en los paquetes te das cuenta de que mucho lirili pero poco lerele”

-Jesús (transexual preoperado) “jodeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeer”

Los comentarios de dos de la personas no los puedo poner porque incluso podrían denunciarme los de atención al menor, la guardia civil y la madre de Lucía Lapiedra.
Ya ven. La foto no es efectiva. Nadie habla de la textura de los gallumbos, de lo bien que combina el blanco roto con el azul celeste o de la maravillosa hechura que te alarga la pierna. Un fracaso como una catedral este publicidad y encima los pobres nadadores van a llevar toda la vida como una cruz acusaciones de sarasismo acuático. Eso sí, monísimos.

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