martes, 7 de junio de 2011

¿CÓMO SE SUPERA UNA RUPTURA?

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Para MC.

Hay una lectora que me escribió hace días y me dio una noticia escalofriante. Su marido le había dejado. Pero eso no es todo. El abandono se produjo después de una circunstancia personal especialmente desgraciada. Y si además había que echar sal en la herida, el marido se lió con una compañera de trabajo. Mi lectora se quedó sola, desecha y con un hijo de corta edad. Entonces… ¿qué se puede hacer para sobrevivir en un entorno tan hostil?


La respuesta es fácil: no tengo ni idea. Ni hay planes ni hay hoja de ruta. NI para ella, ni para mí, ni para nadie. Superar un abandono así tiene que ser tremendamente complicado. Porque desde el momento en que alguien te dice “me voy” comienza la cuenta atrás para recuperar tu vida. Supongo que, en medio de la tormenta, eso es lo primero que uno tiene que tener claro. En ese mismo instante comienza tu vida otra vez, y eso, te guste o no, es el inicio de una nueva aventura.

Leí hace mucho en un libro la siguiente frase: “Cuando alguien te abandona, no te ha dejado de querer, te ha dejado de engañar”. Y eso es una verdad como un templo. Si somos un poco sensatos, ninguno queremos vivir una mentira. ¿Sería más feliz mi lectora si tuviera a su marido en casa a la vez que el marido se acuesta con su compañera de trabajo? Probablemente no, y además todos sabemos que esa situación estaba destinada a explotar antes o después. Es mucho mejor una verdad incómoda que una mentira apacible. La mentira nunca conduce al bienestar. Y ejemplos de esto nos sobran a ustedes y a mí.

Personalmente, creo que es importantísimo en este tipo de situaciones el dejarse llevar. Emocionalmente tenemos que ser libres para llorar y chillar la angustia solos o en compañía de otros. Hay que llorar, hay que chillar y hay que darse con la cabeza contra la pared (figuradamente) tantas veces como hagan falta. Hay que vaciarse de dolor. Hay personas que sólo necesitan llorar un poco y hay personas que necesitan ahogarse en un océano de lágrimas. Y las dos cosas creo que están fenomenal. Lo que haga falta, eso es lo que hay que hacer. Y por supuesto, sin ningún sentimiento de culpa.

¿Sentirse una víctima está mal? Pues yo creo que no. Me parece un horror pasarse la vida sintiéndose una víctima. Nadie es una víctima eternamente. Pero sentirse una víctima fruto de una situación injusta y dolorosa no es sólo correcto, si no que es necesario. Ir de Supermán por la vida en la peor de las circunstancias es un atrevimiento y una idiotez. Yo creo que hay que reconocer las emociones y las situaciones y sumergirse en ellas. ¿Qué te han dejado? Pues tienes todo el derecho del mundo a odiarle y a desear que le atropelle un camión. Tienes derecho porque en realidad (si estás bien de la cabeza) no quieres que a nadie le atropelle un camión. Es sólo que en ese momento el odio temporal forma parte de un proceso de desahogo.

Encima de que nos han dejado, lo único que nos faltaba es sentirnos mal por llorar, por odiar o por estamparse la cabeza contra una pared. Ni hablar. Yo nunca lo he hecho y no lo pienso hacer y básicamente por una razón: no me quedan más narices que seguir viviendo. Y como no estoy mal de la cabeza, no quiero vivir ni sintiéndome una víctima eternamente, ni instalado en las lágrimas. Así que cuanto antes lo llore todo, antes podré empezar a olvidarme, a perdonar (sí, a perdonar) y a seguir adelante con mi vida.

Esa es la clave: la vida sigue y todos vamos a tener una vida, y probablemente mucho mejor que lo que teníamos antes. Porque del dolor se aprende, vaya que si se aprende. Hay varios lectores que me han escrito pidiéndome consejos (cosa que me deja siempre a cuadros) y siempre les digo lo mismo: haz lo que necesites para ser feliz y no mires atrás nunca. Si te hace falta llorar, llora. Si te hace falta rayarle el coche porque sabes que eso le va a fastidiar, pues lo haces. Y punto. Lo que uno no puede hacer cuando está así de débil es encima culpabilizarse. Nadie tiene la culpa de que le engañen. El que decide mentir ha elegido no decir la verdad. Puede que a veces, decir la verdad sea muy complicado e incómodo, pero mentir, engañar y traicionar siempre es una decisión personal. Por lo tanto, hay que atenerse a las consecuencias y saber que toda acción provoca una reacción. La venganza, igual que la placidez, es solo otro color en la paleta con la que pintamos la vida. Y necesitamos sentir todos esos colores.

Es más, muchas veces he pensado que hay que ser infeliz para poder apreciar la felicidad. Si en algún momento de mi vida he sido muy feliz, ha habido momentos en que he decidido mirar atrás, a partes de mi vida donde no era nada feliz y así darme cuenta de que, efectivamente, todo ha ido a mejor. Pasar por aquellos momentos me ha hecho más listo, más paciente, y sobre todo más fuerte. Porque de una ruptura, al final, no nos quedan más narices que salir reforzados. Me da igual si el abandono se produce a los cuatro años o a las dos semanas, todo depende de la intensidad de lo que se haya sentido. Lo único inamovible es que uno, quiera o no, sale reforzado.

Mirar al futuro y saber que se sale de todo me parece el mejor consejo que le puedo dar a nadie. Llegará un día (lo queramos o no) que nos levantemos de la cama y que todo esté en calma. Ni echaremos de menos a nadie ni necesitaremos algo que no tengamos. Ese día llega antes o después. Quedarse instalado en el victimismo sólo retrasa la llegada de ese día. Por lo tanto hay que llorar para vaciarse lo antes posible. A fin de cuentas, no nos queda más remedio que seguir viviendo. Y ya que la cosa es así, vamos a tratar al menos de hacerlo con una felicidad razonable… ¿no?

4 comentarios:

julian vivar romero dijo...

En psicologia en las rupturas, siempre hay uno que sufre mas y a este o esta hay que ayudar.Sobre todo a que se encuentre a si mismo/a,se de valor y destierre el victimismo.Hacerle/a pensar que no merece la pena, retener a quien no te quiere. Salir y entrar y no encerrarse. por lo demas dejar que pase el tiempo que mitigue el amor perdido. lo siento pero es así. Abrazos desde Madrid

Sara dijo...

¿Que se puede hacer para superar este tipo de rupturas? Dar Gracias..., gracias no se a que, por haberte librado de semejante cabronazo.... :)

polvora dijo...

uffff tus palabras han ido describiendo parte de lo que soy yo a dia de hoy...

me gusta tu forma de hablar de esos sentimientos, solo alguien que ha pasado algo asi puede describirlos con intensidad, llevo mucho tiempo reprimiendo lagrimas, pero con eso que has dicho de vaciarse lo antse posible para seguir viviendo, he pensado que no voy a reprimir mas....

A VACIAR ESE DOLOR SE HA DICHO...y espero que pronto me levante de la cama siendo feliz conmigo misma y sin necesitarla a ella!

Anónimo dijo...

He leído tu comentario,tengo que decir que llevo dos mese leyendo todo tipo de comentarios acerca de cómo superar rupturas. A mí me han dejado a finales de Agosto. Ha sido una relación de 4 meses muy intensa. Durante mi ausencia en verano a raíz de un viaje, ella conoció a otro hombre y empezó con las clásicas expresiones de "estoy confusa", "no se que ha pasado", etc... Al final me ha dejado y ahora me toca sufrir...Sólo puedo decir que cada día me levanto con la idea de olvidarme y seguir adelante pero a pesar de todo no puedo dejar de pensar en ella. Supongo que será cuestión de tiempo. Espero que pase rápido y que sea fortalecedor, pero tengo claro que me quedan unos meses de sufrir bastante. Cada uno es un mundo...