Después de las camas hinchables que te parten la columna en dos noches, después del tonificador de brazos que es un masturbador y, sobre todo, después de la batamanta, la teletienda acaba de sacar al mercado el producto más aberrante jamás visto. ¿Preparados para el espanto? Pues denle al play, hombre ya...
1 comentario:
¡Yo quiero un payama-gin!. Seamos sinceras: es una pasada ;P
Patricia
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