
¡QUE DAÑO HA HECHO BELEN ESTEBAN! ¡ESTO ES EL ACABOSE!...estas son las palabras que me ha gritado mientras agitaba en la mano sus quince teléfonos móviles Vanessa ante el estupor de dos clientas del bar Lateral de la calle Fuencarral. Y es que el HOLA de esta semana es un cuadro sin igual pero viene con dos reportajes que son para robarle el aliento a cualquier ser humano. Y Vanessa, que es humanísima y que lleva unos días cruzada, pues no se imaginan cómo se ha puesto al ver el primer reportaje de la revista. Y es que a nosotros no nos afecta en absoluto el espíritu de la Navidad, más bien todo lo contrario…
Resulta que estábamos en una mesa en la cafetería anteriormente citada y las dos chicas de la mesa de al lado estaban con la antena puesta y no se cortaban un pelo. Y esto a Vanessa le pone nerviosísima (¡Qué agresión a nuestra intimidad, Abel Arana! Me ha dicho) y como estaba ya un poco como las locas, ha lanzado el bolso de Hermés a una mesa de al lado, se ha puesto en jarras y le ha dicho a la cotilla de al lado (literalmente): Oye guapa, que a ver si te cortas un pelo que cuando tú estás vendiendo sardinas congeladas yo no te digo nada, bonita. Así se lo ha dicho, señores. La cotilla pescadera, obviamente, al ver a Vanessa de pie con ese metro ochenta y esa melena y esos pechos ha pedido la cuenta y se ha ido mirándonos con una cara cómo si hubiera visto a Chelo García Cortés en negligé.
Pero vamos a lo que vamos. El HOLA abre sus páginas con un reportaje muy amplio sobre Carlos y Camilla de Borbón de las Dos Sicilias. Ustedes no saben quiénes son y nosotros tampoco. Y hemos decidido que vamos a tener una relación muy intensa de amor-odio con Camilla. Y todo porque Camilla tendrá pasta como para alicatar Etiopía, pero hay que ver el destrozo que se ha hecho en la cara. Ella no se ha puesto botox ni se ha estirado ni se ha pinchado vitaminas….ella lo lleva todo y a la vez. Y tiene un maravilloso aspecto de mujer rica a la que la han dado dos bofetones y se ha quedado a la vez hinchada y asustada. Y entonces es cuando Vanessa grita lo de ¡QUE DAÑO HA HECHO BELEN ESTEBAN! ¡ESTO ES EL ACABOSE! Porque Camilla ha decidido que el fucsia es el color que más predomina en su residencia parisina. Sofás fucsias, cojines fucsias, lámparas fucsias…vamos, que al marido no le ha pintado de fucsia porque (según Vanessa) le confundirían con una frambuesa gigante. Les invito a ustedes a que vean el reportaje de Camilla porque no nos terminamos de decidir si se parece a Lady Gaga en “Bad Romance” o a la china deformada digitalmente que anunciaba la Playstation. En cualquier caso, decidimos que Camilla es muy grande porque es la única mujer que se ha atrevido a ponerse unas fundas en los dientes más grandes que las de la cantante Merche, que ya es decir.
Luego sale Bertín Osborne y nos da perezón hablar de un hombre que retiene líquidos y presume de pasar la aspiradora.
Y entonces se nos alegra la vida gracias a Paulina Rubio y Chocolate. Y es que Paulina ha sido madre y a diferencia de Pelín Tostón (Celine Dion) no ha dado a luz al anticristo. Paulina ha tenido un hijo guapo de narices. Pero si ustedes pasan por un quiosco y ven la portada podrán ver:
-A Paulina chillando
-A Chocolate con cara de sueño
-A un perro disecado (creemos) vestido de Santa Claus
-A otro perro con cara de pedir socorro
-Y al niño que parece que se ha desnucado vivo.
Y claro, como les explique el reportaje interior ustedes van a pensar que Vanessa y yo hemos empezado a consumir heroína de forma habitual. Y es que Pau tiene el síndrome ese de la nuera de Tita Cervera que, pase lo que pase, ella en minifalda y tacones. Y ya, en un “tour de forcé” que no sé yo lo que van a decir en el Opus Dei de esto, Paulina sale en el jardín de su casa paseando el cochecito de su niño en bikini y… (lo han adivinado) tacones. Y todo esto rodeados de veinte perros con cara de pedir ayuda y Vanessa, que mientras le dice al camarero que a ver si no entiende la palabra “sacarina”, me comenta que menudo presupuesto tienen que tener Pau y Chocolate entre pañales y el eukanuba, que dice Vanessa que a los perros les brilla mucho el pelo y eso sólo puede querer decir dos cosas: o están bien alimentados o están disecados. ¿Y el niño? Pues un bendito de dios porque hay varias fotos incomprensibles donde Pau está en un sofá chillando como en los conciertos mientras el niño duerme y los perros disecados tienen cara de ponerse a llorar de un momento a otro. Y le digo yo a Vanessa que el niño no está dormido. El niño se hace el dormido para que su madre no le cante nanas. Cualquiera que haya oído a Pau en directo sabrá de qué habló y también sabrá que hay motosierras más armónicas que la garganta de Pau. Aunque claro, me dice Vanessa, mucho más cuadro tiene que ser el salir al mundo por una vagina y encontrarte que tus padres son Celine Dion y el abuelo de Heidi versión “los Miami”.
La semana que viene, Vanessa y yo volveremos con el último HOLA del año y prepárense, que va a ser de traca porque a estas alturas Vanessa no sabe qué vestido se va a poner en Nochevieja y eso es un drama que ustedes no se hacen a la idea… y por cierto, esto es lo que hicimos después de leer el HOLA...

Efectivamente...como las Grecas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario