Y se llama JESUS LUZ, más conocido como el Santo Cristo de Iberdrola. Y es que resulta que la increíble abuela elástica ha decidido que ya no le sirve. Todos sabemos que la abuela le desangraba todas las noches después de ver “El diario de Patricia” para darse baños de juventud con las plaquetas de Jesús. Y yo para mí que lo ha agotado.
Por eso la abuela ha escogido una nueva víctima y ha decidido seguir con los exotismos. Esta vez el pobre desgraciado al que le van a chupar la sangre es un coreógrafo (¿No eran todos gays?) hindú que se llama Barhim Rachiki y que sí, antes de que lo pregunten, les diré que es mayor de edad, es más, para la abuela es casi un anciano ya que tiene 33 tacos. La verdad es que he respirado tranquilo porque a estas alturas ya pensaba que la abuela se iba a liar con Justin Bieber (ya saben, la minilesbiana enviada por Satán) o con la hija de Tom Cruise, que está en la franja de edad que le molan.
Les seguiremos informando de este romance que, vista la prensa internacional, por lo visto es más importante que las crisis de gobierno, el paro, el terrorismo o incluso el estado del cutis de Naty Abascal, que eso sí es un asunto de estado.
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