
Pues sí, señores y señoras: estoy absolutamente en contra del uso del velo en los espacios públicos. Podría esgrimirles miles de razones y todas discutibles pero sobre todo, tengo dos razones: una madre y una hermana.
Como muchos de ustedes sabrán, soy vasco y vengo de una cultura donde prima el matriarcado. He sido educado en una sociedad donde las mujeres son tan capaces de todo (lo bueno y lo malo) como los hombres. He crecido sin rastro de discriminación creyendo que una mujer es libre para decidir lo que quiera y cuando quiera. Siempre he pensado que no hay nada malo en el cuerpo de una mujer como para que tenga que ser cubierto y escondido de las miradas de los hombres. Las mujeres y los hombres, claro, pueden ser objeto de deseo y de tentación, pero ante todo son seres humanos con una vida libre. Si yo tuviera un hijo, no me gustaría nada cruzarme con una mujer tapada (por una religión) y tener que explicarle a mi hijo que ciertos valores más propios de la edad media siguen vigentes en nuestra sociedad.
No entiendo que, a la hora de renovar el DNI, una mujer se pueda hacer una foto con un pañuelo en la cabeza y mi madre no pueda hacerlo ¿No es eso discriminación hacia mi madre? Y no piensen ustedes que esto es una cosa contra la cultura islámica. Para nada. Estoy absolutamente en contra de mostrar símbolos religioso en público y por eso apoyo que se quiten los crucifijos (católicos) de las aulas de enseñanza. Por lo menos en el país donde vivo y voto. Por supuesto que no tengo nada que opinar sobre lo que estas señoras hacen en Irán o en Marruecos. Pero creo que nos ha costado una barbaridad conseguir la equiparación de los derechos del hombre y la mujer (y aún no se ha conseguido todo) y permitir que una religión marque un código de vestimenta es dar varios pasos para atrás.
Cada uno en nuestras casas somos libres de vivir una fe, una confesión o una creencia como nos plazca, pero los espacios públicos son de todos. Y a mí, sinceramente me da pena ver cómo una mujer se debe ocultar de la vista pública (parcial o totalmente) por culpa de una religión. Estamos en el 2010 señores, se supone que en un país como este, hay cierta garantía de libertades. Tenemos incluso un Ministerio de Igualdad (gracias a Dios). No demos pasos hacia atrás…para eso ya están otros países con pena de muerte sobre la homosexualidad, lapidaciones a las mujeres infieles, etc.
3 comentarios:
No puedo estar más de acuerdo.
Estoy con usted. Gracias.
Entiendo totalmente tu postura, y como mujer, siento últimamente muchísimas ganas de secundar a todos los que comparten tu punto de vista. Sin embargo, aunque no me guste en absoluto que las mujeres lleven el velo, aún me gusta menos la prohibición. Creo sinceramente que lo que ha costado y mucho en este país es poder ser libres de andar por la calle como queramos, y parece que esta máxima nos gusta mientras comporte poder llevar minifalda, el torso al aire, o una peluca fucsia, pero con un velo ya no. Me encantaría que las mujeres del mundo islámico se alzaran en contra de una imposición machista, sin embargo, no creo que la vía de la prohibición desde el exterior sea la solución, al contrario, creo que agrava el problema radicalizando las posturas. Mi buena (a veces excesiva) fe y yo tenemos la esperanza de que sean las propias mujeres involucradas en esta discriminación las que acaben con el yugo machista que se les ha impuesto desde jóvenes, amparadas en la comprensión y en el apoyo del país que las acoge, no en el rechazo y la condena.
Como siempre, un artículo impecable, espero que no te enfades por llevarte (un poco) la contraria por una vez.
Patri
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