KIEHL'S Y FUNDACION GOTZE

Como embajador de Kiehl's para España, generalmente colaboro con su maravilloso equipo haciendo fiestas que sirvan para algo. La semana pasada hicimos una fiesta para celebrar la navidad y colaborar con la Fundación Pequeño Deseo (ya las pondré las fotos) pero ayer hicimos un desayuno que me tiene el alma encogida. La Fundación Gotze es un ejemplo de integración, de sensibilidad y de buen hacer. 50 niños (porque todos son niños) discapacitados tuvieron ayer gracias al equipo de Kiehl's Fuencarral, a la fundación, a Janneth Ramirez y, en muy pequeña parte, a Sebastián Palomo Linares, Olivia, Adriana, Equipo Singular y un servidor de ustedes una mañana especial. Les íbamos a dar sus regalos de Navidad. Y tuve que apretar fuerte la mandíbula varias veces para no sucumbir al cariño inmenso de estos chicos y chicas que, aunque la sociedad diga que son menos aptos que yo, no hicieron sino enseñarme. Son unas personas especiales, no cabe duda, pero para mí son especiales porque quieren que les toques, que les abraces y en el fondo, les da igual si su regalo es una cámara de fotos o un balón, porque lo que importa es que alguien les quiere y les ha hecho un regalo. Si les soy sincero, el regalo me lo han hecho ellos a mí. Un regalo que nunca creo poder devolver porque, en el fondo, su condición les da una libertad por encima de prejuicios y cortapisas que "los normales" como yo no tenemos.
Este post va dedicado a ellos con todo mi amor y mi cariño inmenso. Los ojos de Javi, la sonrisa de Lola, la ternura de Lavinia... todos ellos ayer me enseñaron que nunca se nos tiene que olvidar nunca que el amor mueve montañas. Para ellos, mi más sincera gratitud.
Si quieren informarse más acerca de está fundación, pulsen AQUI