LO ULTIMO EN SEXO: DOS MARTILLOS ALOJADOS EN UN ANO

Los tiempos corren que es una barbaridad. Los vibradores son, de repente, muy 1997, un año horrible por otra parte. Y les cuento esto porque he leído una noticia que me tiene fascinado de la vida. Les cuento: un señor rumano heterosexual fue al hospital porque tenía una borrachera de órdago. Hasta aquñi todo estupendo. El problema viene cuando dice que tiene molestias en el estómago y los doctores le hacen una prueba de rayos X. Viorel Fioriu (un nombre muy de travesti, que quieren que les diga) tenía dos martillos metidos en el ano. Dos martillos. Dos señores martillos. Y se los metió el solo porque reesulta que se habñia puesto bonito a comer picotas y tenía un estreñimiento que ni Mariah Carey. Y entonces decidió beberse dos botellas de whisky para ver si se le relajaba el esfinter, una cosa que, por lo visto hacen todos los hombre rumanos estreñidos. Y nada, que el alcohol no le ponía aquello blandito. Y entonces decidió desatascarse metiéndose un martillo. Y relajado debía estar porque el primer martillo se le quedó dentro. Y ante la tesitura de la situación, pues va y se mete otro martillo para sacar el anterior y las picotas y resulta que ese también se le queda bien dentro. Vamos, que este señor tiene un culo con una capacidad de caja de herramientas XXL del Leroy Merlin, una tienda a la que nunca volveré a mirar con los mismos ojos.
Como se que creen que esto me lo invento PINCHEN AQUI para ver la noticia original.