Estoy contento. Súper contento. Ya saben ustedes que yo tengo opiniones muy encontradas con la Iglesia. Pero esto se ha acabado, porque he conocido la historia de un cura que me ha enternecido y, de repente, así, de sopetón, he comprendido el misterio de la Iglesia y he encontrado a una persona fiel servidor de Dios a la que comprendo, acepto y tolero. Y admiro.
Les cuento.
He leído en el periódico americano Daily News que un sacerdote americano que se llama William Blasingale (maravilloso nombre, por favor) ha robado 84,357 dólares del cepillo de su parroquia. Aquí ya me mosqueé porque pensé que lo mismo se lo había gasta en alcohol o putas. Pero no. William, al que ya considero un amigo entrañable como de la familia resulta que lo necesitaba para hacer algo realmente importante:
-Inyecciones de botox
-Ropa de marca
-Operaciones de estética
-Alcohol
De acuerdo...lo del alcohol es vergonzoso. Las fuerzas del orden, como siempre carentes de la mínima sensibilidad para el arte, han decidido detener a William, a pesar de parecerles el cura más guapo que habían visto en su vida. Y encima con unos pantalones de Dolce e Gabbanna que le hacían unos muslacos de impresión.
William está súper acusado de todo, pero ha sido súper listo, porque por mucho que le metan de condena, esas facciones maravillosas no se las van a poder quitar, y siendo así de guapo, va a tener un éxito en las duchas de la cárcel que es una maravilla todo.
Estoy incluso pensando en hacer una colecta para recaudar fondos para pagarles los abogados (y unas cremas hidratantes) a William. Espero sus opiniones que me importan una barbaridad. Ya saben.
Nota: el de la foto es William. Por dios que bien le sienta el morado.
El link a la noticia original AQUI , que luego piensan que me lo invento
1 comentario:
lo del alcohol sera vergonzoso pero necesario, nada va mejor con una sesion de botox y un outfit de diseñador, que un martini en la mano izquierda (en la derecha va el maxi-bolso christian lacroix)
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