martes, 23 de junio de 2009

LA IDIOTA DE LA SEMANA


Esta vez el premio LA IDIOTA DE LA SEMANA se lo ha llevado de calle una muchacha belga que se llama Kimberly Vlamink. Resulta que la pazguata de Kimberley se aburría en su casa belga y decidió dar un giro inesperado a su vida. La tarada pensó que lo mejor que podía hacer era tatuarse tres estrellitas en la cara. Estrellas en la cara. Con dos cojones, Kimberly. El tatuador era un rumano que dice que no entendía bien la mezcla de inglés y francés de la chica. Y Kimberley, más idiota que nunca, dice que se encontraba muy relajada y que se quedó frita mientras el rumano le dejaba la cara como el puto planetario. Hay que ser lerda diplomada para quedarte dormida mientras te tatúan la jeta. Eso, y tener una resistencia al dolor, que ni el estilista de Jesús Vázquez, digo yo.
Kimberly llegó a su casa y cuando su padre y su novio le vieron, le llamaron de todo menos Mónica Naranjos y se lió la de Cristo. Y Kimberly dice que el rumano es un chungo que la hipnotizó viva y que se le fue la mano. Y que ahora le va a denunciar porque se quiere operar y que le cuesta 8.500 euros arrancarse las luminarias del careto.
La policía ha hablado con el rumano que dice que “a mi plín” y que ella ni se durmió ni hostias en vinagre. El caso es que Kimberly dice que le da mucho palo salir a la calle, porque la gente piensa que trabaja en un circo. Y es que llamarse Kimberly, ser belga, y tener esa cara es como para tirarse por un puente o, comerle la boca a Risto Mejide, una forma de suicidio como cualquier otra. Hay que ver.

Gracias a Daniel Martín, un lector estupendo, por comentarme la noticia...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Se dice ahora que la idiota de la semana se lo hizo queriendo pero al ver la cara de su padre se inventó esta historia....

Anónimo dijo...

yo tengo tatuajes y resisto el dolor de los mismos bastante bien, pero a Dios pongo por testigo de que dormirse mientras te tatúan es IMPOSIBLE. Solo podría creermelo si me dijera que iba ciega de alguna sustancia..
Como dice el otro comentario, yo creo que los tiros van mas por ahí, por el acojone paterno..

Anónimo dijo...

por mi como si se tatua a epi y blas en las orejas del conejo

JDelgado dijo...

Ains Abel, Ayer la pobre insensata confesó que no, que lo de las 58 estrellas fue con premeditación y alevosía, y que con la cara que tenía el sr. tatuador, a quien iban a creer, ¿a una rubia con pintas de putón de la calle Atocha o a uno que no puede pasar por un detector de metales sin que explote?

JonHeartly dijo...

La chica ya lo ha reconocido, que cuando vio la cara de su padre le entró miedo y decidió inventarse la historia de que el tatuador le durmió y le puso más estrellas.

Esta no es que sea sólo idiota, es idiota y una hijadelagranputa, por intentar denunciar a un tatuador que hizo su trabajo correctamente sólo porque tuvo miedo de la reacción de sus padres.
Gente así me da muuucho miedo!!!

Y no es que lo haya reconocido voluntariamente: fue una estratagema de un programa de TV, que haciéndole creer que las cámaras estaban apagadas, consiguieron arrancarle la verdad.