UN MAYORDOMO SARASA

Siempre les digo que mi familia real favorita es la inglesa. No hay familia real más desastrosa y chunga en el universo. Porque Carlos quería ser el tampax de Camila. Porque todos sabemos lo del Principe Eduardo. Porque Sarah Ferguson es la cuñada del infierno. Y porque todos, absolutamente todos, sabemos quién se cargó a lady Di, que no hay que ser Jessica Fletcher para adivinarlo. Y hoy les traigo una noticia estupenda que me envía por mail mi lectora Patricia Carballal, que vive en un estado perpetuo de descojono después de enterarse de lo que pasa en palacio.
Resulta que la Reina de Inglaterra tiene un mayordomo que se llama Wilson. Con ese nombre ya se imaginarán que a Wilson le gusta que se la empujen. Es decir, que Wilson es un poco homosexual. Pero a pesar de todo, Wilson era el mayordomo favorito de la Reina. Y resulta que Wilson es el único que le sirve el té de la cinco a esa mujer pegada a un bolso. Y la Reina, que será un penca, pero no es idiota, se dio cuenta el otro día de que Wilson, al servirle el té, tenía la mano un poco pegajosa. Y claro, inmediatamente llamó al servicio secreto de palacio para que investigaran la pegajosidad de la mano de Wilson. Y cuando los secuaces de la reina entran de sopetón en la habitación de Wilson, le pillan matándose a pajas viendo una película de esas en las que un hombre le introduce su aparato reproductor a otro hombre incluso por los agujeros de la nariz. Porno gay, vamos.
Y la reina, solo de pensar dónde ha estado esa mano antes de servirle el té, se ha puesto hecha una hiena y ha dicho que Wilson no le vuelve a servir a ella nada de nada. Y las jefas de palacio han dicho que no van a despedir a Wilson, pero que le van a bajar el sueldo, le van a dar una habitación peor y que va a perder el contacto con la reina. Y para colmo, le van a poner a limpiar. Por pajillero. No me jodan que no es fuerte esto, oigan.