ESTA PASANDO EN EL MUNDO...

Ya nos toca hacer un repaso a la locura internacional. Y miren que me jode, porque me gustaría mucho más contarles que Andrés Pajares ha dejado embarazada a Bimba Bosé o que Raquel Mosquera se ha bebido tres botellas de KH7 porque tenía una tarde flamenca. Pero no, de momento nos tenemos que conformar con lo que hacen las taradas de allende los mares. Espero que se rían.



Jordan, el equivalente británico de Yola Berrocal, anuncia que se separa de su marido. Un hombre con aspecto de homosexual adicto al gimnasio y de color naranja. Ante el impacto de la noticia, Kofi Annan vuelve a presidir la ONU y Carla Bruni se declara (por primera vez en su vida) desolada. Incluso Nicole Kidman, horrorizada y a pesar de los 7 litros de botox, ha conseguido hacer una mueca de pena.

Boy George ha salido de la casa tras pasar cuatro meses condenado por pegar y esposar a un chapero que le quería robar unas fotos del portátil. Y yo no entiendo porque aquí en España no tenemos escándalos tan pintorescos como estos. Porque desde el de Locomía y el poppers no ha vuelto a haber una noticia graciosa…

Lindsay Lohan ha vuelto de cabeza al lesbianismo. Varios medios informan que Lohan se ha pasado el fin de semana comiendo felpudo en casa de su ex novia, esa chica que parece un bakala de Alcorcón.

Si no han visto nunca a un camarero de hotel inglés con un peinado espantoso cantar como María Callas, aquí lo tienen. Muy heavy


Cristina Aguilera, la popular cantante que no tiene un jitazo en condiciones desde que Cristo perdió las sandalias, se declara hasta la mismísima vagina de que la confundan con un travesti peruano. Ya les digo que hay que tener cuidado con las pinzas de depilar, que se les queda a ustedes una cara de pérfida que es un espanto, incluso si son hombres.



Y hablando de vaginas, esta semana han salido dos a la luz pública. La primera ha sido la de una cantante de color a la que no vamos a nombrar y que es una vagina bastante standard. Y la segunda ha sido la de la novia de Puff Daddy, que lleva un piercing precioso. Por delicadeza hacia mis lectores homosexuales, no voy a poner las fotos, no sea que se me desmayen.

Amy Winehouse de Pajares ha dado un concierto y se le han olvidado las letras de sus propias canciones. La gente se ha puesto un poco enfadada y le han llamado de todo menos Mónica Naranjos. Ella, que vive en un permanente estado de felicidad gracias a la dieta maravillosa (léase porros) pues ha dicho algo así como que “los abucheos me los voy a pasar por todo el arco del triunfo”. Y es que Amy otra cosa no, pero educada la que más.

Pues ya ven como está el percal.