LA ARRUGA NO ES BELLA...

Con esta vida que llevo del avión a la pasarela y de la pasarela al avión, me encontraba yo últimamente con un poco de cara de perro pachón, como si se me hubiese ido el brillo de los belfos oigan. Y me tiré a la calle decidido a buscar una solución al problema este y no saben qué éxito. Mis amigas Janneth y Amaya son las reinas de la cosmética y curran las dos en Kielh’s, la tienda más moderna, mas tremenda y con más celebrity por metro cuadrado en esto del cremerío. Porque las cremas de esta tienda son para gente guapísima de esa que sonríe todo el rato y que tienen profesiones súper originales.
Y de la misma manera que les recomiendo un disco o una peli, pues porque no les voy a recomendar una crema, que la metrosexualidad cada vez está muy presente en todo y yo no quiero que mis lectores y lectoras vayan por la calle con la piel como unos zorros. Y mis chicas de Kiehl’s me recomendaron una crema que se llama Facial Fuel y no se imaginan que frescor. Y encima es anti aging, antiarrugas y tiene un olor que dan ganas de pegarle un bocado porque tiene un frescor mentolado que me pone los poros…cómo me pone los poros.
Y es que un hombre moderno y así tiene que darse de vez en cuando una cremilla para no terminar pareciendo el cuello de Carmen Sevilla antes de tiempo. O sea que si se notan ustedes especialmente flácidos o arrugados, prueban esto, que si a mí me ha funcionado a ustedes se les puede quedar directamente la cara de Linda Evangelista en dos semanas. Ya les digo, una maravilla.
Por cierto, si van a la tienda que está en la calle Fuencarral de Madrid (vamos…en el cogollo de la cosa), pregunten por Amaya y díganle que van de mi parte, que lo mismo les dan unas muestras y encima Amaya es más maja que las pesetas. Bienvenidos al mundo de la arruga reducida…