
Italia es un país que está últimamente hecho una chancla. Y la noticia que les vengo a contar hoy es un poco heavy. Marco, italiano de 45 años era un hombre absolutamente normal, hasta el momento en que decidió hacerse transexual, lo cual también es normal, porque todos nosotros hemos pasado por “un día raro” en que hemos deseado tener las tetas de Pamela Anderson y la cara de La Veneno. Hasta ahí, todo bien. El problema es que Marco quiere ser mujer…para hacerse monja e ingresar en un convento. Suponemos que, a estas alturas, Pedro Almodóvar tiene que estar emocionado de la vida. Pero ahí no acaban los problemas de Marco, porque resulta que el cura de su barrio le ha dicho que “La Fe es buena, pero las travestis no”, y le ha retirado la palabra. Y el Obispo de su diócesis, pues otro tanto de lo mismo. Marco ha declarado a la prensa que se ha encontrado con un “muro de goma” cuando ha hablado con los curas. Lo del muro de goma no me queda claro. ¿Se han forrado los curas con condones para hablar con la futura sor? ¿Se llamará Sor Rita? ¿Sor Raimunda? ¿Sor Citroen? Es igual, porque Marco ya ha decidido que se va a cortar la colita y se va a poner unas tetas discretísimas, que no es plan de hacerse monja y parecer una stripper napolitana.
Y mientras tanto, Berlusconi no ha dicho ni mú, y me parece un horror. Aunque para serles sincero, les diré que todo lo que hace Berlusconi, incluído ese lifting, me parece un espanto. Berlusconi es el Carlos Menem europeo y en vez de sentirse orgulloso de tener la primera monja transexual, pues el tío se calla y no dice nada. Desde aquí quiero animar a todas las travestis amigas a que se dejen ya de tanta lentejuela y tanto playback de Rocío Jurado (una santa, oigan) y que se casquen un hábito, que el negro adelgaza y a este paso, los conventos europeos van a parecer la Gala Drag del carnaval canario. Una maravilla.
1 comentario:
Pues yo creo que La Veneno con un hábito de lentejuelas negras estaría de escándalo.
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