domingo, 7 de diciembre de 2008

TRAVESTIS Y CHORIZAS


Se van a mear ustedes con la noticia que les traigo hoy. Ya se que parece una broma pero no lo es. Si ustedes son lectores de la prensa internacional; probablemente ya se habrán enterado, pero como la mayoría de ustedes lo más profundo que leen (aparte de este blog) es el folleto de ofertas de Media Markt, pues yo se lo cuento.
Unos travestis, es decir, hombres vestidos de mujer, han cometido el mayor robo de joyas en la historia de Francia. Todos sabemos que los franceses son afeminados y sarasas encubiertos, pero que hasta para atracar una joyería se pongan taconazos y pelucas, me parece arte puro. La cosa es que la semana pasada, un hombre y tres mujeres estupendas entraron en la prestigiosa joyería Harry Winston en París. Y nada más entrar, las empleadas se mosquearon por que las muejeres eran demasiado altas, ya saben, envidia cochina. Al principio pensaron que podían ser prostitutas albano kosovares, pero lo desecharon una vez que vieron que una rubia tenía barba de tres días y no tenía pinta de cantante de copla. Travesti, y sin depilar, ya me contarán ustedes el papelón. Y en menos de lo que se dice "silkepil", la travestis abrieron los bolsos y sacaron unas pistolas y se pusieron a gritar como las locas.
Por supuesto, todo el mundo acojonado. Porque uno se espera que unos quinquis le den el palo, pero que lo haga Jessica Rabbit con barba, pues es sorprendente y anonadante. Y más sorprendente fue cuando las travestis chorizas se mosquearon y se liaron a hostias con las clientas y los empleados. Como lo están leyendo. Travestis, chorizas... y pegonas. Por lo menos, las chicas iban vestidas de negro y la pelucas eran buenas, según ha confirmado una empleada a la que le arrearon un culetazo por ponerse histérica. Y la policía, que no da crédito ante la eficiencia de las ladronas, va a ponerse a investigar todos los garitos de maric...hombres sensibles para ver si alguna drag ha renovado "demasiado vestuario" o lleva unos pendientes sospechosos. Porque todos sabemos que ser travesti es un oficio muy mal pagado y que la Seguridad Social no subvenciona ni los maquillajes ni el chicle para taparte las cejas.
Las travestis se llevaron joyerío por valor de 80 millones de euros. Hay que joderse. 80 millones de euros en complementos para hacer playbacks de "Priscilla, la reina del desierto".
Maravilloso. Y mientras tanto, Carla Bruni viendo videoclips de Luis Eduardo Aute en su casa.
Francia...ese país.

2 comentarios:

Kiko Alcazar dijo...

El otro dia me pareció ver a tu mujer, Jette, más arreglada de la cuenta!!! y jette es una tia chunga que por un cubata nos rajaría a más de una!!! imaginate por un diamante!!! ;D
Besicos!!!

Besametonto Awards dijo...

jajajaj, había leído la noticia el viernes pero no sabía que eran travestis. Por lo menos estas tienen más clase, no roban videoclips, ni bolsos como en aquellos tiempos del plan travesti.