MARC JACOBS Y SU BOLSO

Estoy convencido desde hace mucho tiempo de que los modistos son una raza aparte que van mutando con el tiempo y casa siempre para mal. Les explico: Karl Lagerfeld y Valentino se han convertido en dos recipientes humanos de Kas Limón (Karl, el agrio) y Kas Naranja (Valentino, demasiado bronceado). John Galliano es una mezcla de camionero segoviano y Pamela Anderson, Thierry Mugler es un "leather queen" de esos que parece que te va a dar dos hostias si le compras una chaqueta. Y luego está Marc Jacobs que ha hecho lo contrario. Marc era un chiquillo hiperactivo que le gustaba una falda con tablas más que a La Veneno una diadema de los chinos. Y desde que se convirtió en un modisto estrella se le fue la cabeza con las dragas, los chulos y todo lo que se pudiera esnifar (incluso el Fairy Ultra). Pero un dia se le apareció la Virgen y Marc cambió y ahora solo toma comida orgánica, pastillas de vitaminas y se ha apuntado al gimnasio con los resultados que ustedes pueden observar en la foto que encabeza este post, donde Marc aparece fotografiado por Terry Richardson (mi fotógrafo favorito esta semana) para vender un bolso nuevo que ha hecho para Louis Vuitton en homenaje a otro modist que se llama Stephen Sprouse. Y así da gusto gastarse unos 3.000 euros en un bolso.
Ahora, alguien en nuestro país debería hacer lo mismo. Es decir, ponerse de proteínas hasta el culo y salir anunciando su producto. Lo que pasa es que la cosa está chunga porque no hay candidatos, a excepción de Modesto Lomba, el único modisto trincable que tenemos. Porque Francis Montesinos, Pedro del Hierro o Ágatha...pues como que no.
O sea que ya saben ustedes que regalarles a sus madres estas navidades, que 3.000 no son nada para un bolso y sus madres se merecen eso y más...