¿ERES VIEJA Y ESTAS GORDA? ESTA ES TU OPORTUNIDAD

Ya saben ustedes que tengo esa cosa amor-odio con Estados Unidos. En el fondo supongo que es la estupidez propia de ser europeo, que me hace mirar por encima del hombro a todo cagarro yanqui que se me cruza, además de que pienso que Dolly Parton no tiene ni la mitad de arte que la Jurado. Rocío siempre será recordada por RociHito Carrasco y Dolly por las tetas. Y no hay color. Pero la verdad que los yanquies son la pera remera a la hora de inventarse cosas. Y hoy, nada más colgar el teléfono a mi santa madre, miren con lo que me he encontrado.

El mundo de la Miss es la hostia. Cuando eres una Miss ya nunca eres otra Más. Supongo que han pillado el chiste. Aquí estamos acostumbrados a las horrorosas galas de Telecinco desde Marina D’Or (el infierno en la tierra) con esas Misses rídiculas y esos Misters a camino entre la musculoca y el tonto del pueblo. Y encima la cosa tiene un tufillo a tongo que deja a los de OT como el summum de la imparcialidad y el buen hacer.

Ser gorda y vieja en Estados Unidos no significa que tu vida se ha acabado. Teniendo en cuenta que el 35% de la población USA padece esa enfermedad que es la obesidad, pues ellos han hecho de su capa un sayo y han creado dos concursos maravillosos. Miss America Senior (o sea, vieja) y Miss America Plus (o sea, gorda).
Deberíamos importar ya esta idea y, por supuesto, nadie como Tele 5 para explotar a amas de casa pasadas de kilos y libres de botox para encumbrarlas como iconos de belleza doméstica. No me negarán que Naomi “quetehostio” Campbell o Giselle Bundchen parecen más marcianas que terrestres. Y por eso me parece fenomenal que hagan estos concursos. Si las jovencitas ya son malas perras en esto de las Misses, imáginense ese backstage con 52 amas de casa peleadas por ser la number one. Sartenazos es lo más fino que íbamos a ver.

Maria Teresa Campos (una de mis actrices favoritas) sería la perfecta presentadora de lo de las mayores y Javier Gurruchaga de lo de las gordas, aunque pensándolo bien, Gurruchaga podría presentar ambas galas con un simple cambio de peluca. Porque como vuelva a ver a Emma García en una gala en Marina D’Or les juro que me da un terelu que se van a enterar ustedes.
Por lo tanto, y en un alarde de anarquismo social, les animo a que en su próxima reunión de la escalera de vecinos, en vez de que la hijaputa del 4D se autoproclame Presidenta por quinta vez, ustedes lancen la idea del concurso. Y la que gane, que sea la que mande. Y punto. Es una manera maravillosa de deshacerse de la Presidenta de siempre (a no ser que sea clavada a Brooke Shields) y de tener la escalera de vecinas más maravillosa de sus barrios. Animen a sus madres a presentarse. Tan sólo tienen que desempolvar un traje de madrina de boda, pintarse como el Pato Nikol y cardarse el flequillo un poco más que lo habitual. Tengan en cuenta que ustedes pasarían a ser hijos de Misses, y eso te abre las puertas de cualquier cadena de televisión local. Y eso es la polla, oigan.