EUROVISIONISMOS

¿Se acuerdan ustedes de que hace un par de meses se me fué la cabeza completamente y les escribí 3.254 posts de Eurovisión? Pues he vuelto a las andadas. Sobre todo después de ver ayer una gala en TVE que me provocó espasmos, gastroenteritis y malestares generales. El próximo sábado estaré con la nariz pegada al plasma viendo el concurso más tecnochari del universo. Y ahora, unas reflexiones. Para mear y no echar gota...

LA GALA DE AYER
De susto. Raffaella estaba absolutamente perdida entre tanta one hit wonder. Maria Isabel (ese horror adolescente) perpetró el “Selebreision” vestida del mercadillo de debajo de su casa y Marta Sanchez cantó (divinamente) con un perro en la cabeza, porque ESO no era un postizo. Marta Sánchez, la Carrá y Rosa con el “Lalala” (el mejor título ever) fueron lo único que evitó que un servidor de ustedes se tragara varias cuchillas de afeitar mezcladas con carajillos. Hasta Alaska (que estaba estupenda) se equivocó con el playback. Imagínense cómo estaba el patio. Y algunos se siguen quejando de lo de Chikilicuatre. Y yo no lo entiendo. También conozco a cientos de seres al borde del suicidio por lo de Gisela (una mujer que fue a un concurso y luego hizo de corista de Rosa en el Festival). Ayer sólo faltó Massiel pasada de gintonics agitando el mantón y gritando que todo es una conspiración para asesinarla como a Kennedy.

GISELA

Sacar a esa pobre mujer vestida de cabra alpina EN CELO, desde luego que no hizo mucho para ayudarla. Y con ese casco en la cabeza que parecía que le acababan de hacer una lobotmía y ella lo que quería cantar era algo de Wagner. Ese modelo hubiera estado cojonudo para MN cantando esa canción que parece Mai Meneses, la que hace de ventríloqua. Pero no para Giselilla de la pradera. Y esas bailarinas de la academia de ballet de su barrio (mírenlas en la foto de un ensayo lo guapisísismas que son). Gisela debería haber salido en pelotas o en tanga y tacones, y así se les hubieran puesto los ojos como platos a los serbios y croatas y hubiéramos pasado a la final. Porque, definitivamente, una mujer vestida de cabra, no mola absolutamente nada. Y más si es triunfita. Lo próximo, para rematar, podría ser enviar a la OTI a Chenoa vestida de chimenea o a Javián a San Remo vestido de ...Javián.

LOS FINALISTAS
La verdad es que no presto atención a estas cosas antes del festival. Me gusta que me sorprendan el día del festival. Paso de ver los ensayos y esas cosas. A mí que me den ya todo el show montado con el lentejuelerío, los tacones, las drags ukranianas y cosas así. Mi gran amigo Doron Medalie me llama todos los días desde Belgrado. Doron es el director musical de Israel y ellos, por lo menos han llevado a un chulazo que canta en chaleco y muestra biceps. Para evitar querellas y el asesinato de Doron, no les voy a relatar las cosas que me cuenta, pero ni él mismo da crédito al tinglado que se traen las macedonias con las de Albania mezcladas con las de Bosnia. También me dice Doron que las hordas homosexuales que pueblan el Festival se quieren trincar vivo a su cantante que no da crédito porque es un chico decente y heterosexual (como debe ser).

RODOLFO

Desde que le eligieron, la cosa me da igual. Pero hay que ver los cojones que tiene el muchacho y la promoción que está haciendo. Es la mejor promo de un tema nuestro EVER en el Festival. El tio se está comportando como una estrella y hace lo que sea para destacar entre las hordas de artistas mediocres que van allí. Porque todos son muy mediocres. Ni Madonna ni siquiera MN han mostrado nunca interés por ir a Eurovisión. Nosotros sólo ganaremos el concurso cuando vaya Marta Sánchez porque:
-Es la mejor cantante de este país
-Esta más buena que el pan.
-Nunca se vestiría de cabra.
-Es rubia.
Mis amigos de elcliché.com me van a cortar los huevos, pero si gana ese horror escandinavo que canta una cosa llamada Hero, entonces si me da un telele. Esta pseudo imitadora de Carola en versión “mira que rubia soy que tetis tengo” es el horror de los horrores. Hasta Gisela daba menos miedo vestida de cabra.

Como se lo cuento.
Les quiero tanto que les daría 12 puntos.