LA SENTENCIA DE LA PANTOJA

Mañana es un día importante para la justicia española. Parece una tontería pero a partir de mañana, cuando se conozca la sentencia del caso en el que están implicados Isabel Pantoja, Maite Zaldivar y Julián Muñoz (entre otros), miraremos al sistema judicial de una manera u otra.

Para empezar, las cosas como son. Yo escucho mucho a la calle. La calle siempre es sabia, aunque no entienda de leyes. Por mucho que se empeñen los jueces, la calle entiende de sentido común y cuando opina, lo hace con coherencia. Urdangarín, perdónenme ustedes, ya ha sido condenado por la calle. Y con razón. Nosotros no entendemos de tecnicismos legales, pero tenemos clarísimo lo que está ocurriendo.

Y España quiere cárcel para Pantoja. Y lo tiene clarísimo. España está ahogada en un mar de corrupción lamentable. Parece que vamos a la deriva y no hay nada que podamos hacer. Los ricos cada vez son más ricos. Pero son más ricos de manera ilicita en la mayoría de los casos. Hay una sensación de impunidad absolutamente triste. Por eso la calle quiere cárcel para Pantoja y sus amigos. Porque el inconsciente colectivop está herido de muerte ante tanto chanchullo y piensa que si un juez envía a Pantoja a la cárcel, quizá, solo quizá, se empiece a creer de nuevo en la justicia.

Bárcenas sigue andando por la calle como usted y yo, es decir, con una libertad absoluta de movimientos a pesar de lo que ustedes y yo sabemos. Y esto a la calle le indigna. Vivimos en un país con millones de parados que luchan cada día por salir de esa miseria moral y económica. Y sin embargo, Iñaki Urdangarín encuentra trabajo con una facilidad pasmosa. Ya ven.

Por eso mañana es necesaria una sentencia justa, firme y ejemplarizante. Porque necesitamos recuperar la fe en la justicia. Porque por tener un abogado carísimo, uno no tiene derecho a robar a manos llenas. Porque estamos cansados (agotados) de asistir a este bochorno. Si Isabel Pantoja ha robado y existen las pruebas que lo demuestren, debe ir a la cárcel. Que no se nos olvide que hace poco más de un mes, una señora estuvo a punto de ingresar en prisión por robar 192 euros por comprar comida y pañales para sus hijos.

Que no se nos olvide.