miércoles, 11 de febrero de 2015

JENNIFER LAWRENCE: NO HAY QUIÉN LA ENTIENDA

La popular actriz, especialista en papeles de luchadora y especialista también en estamparse viva cada vez que le dan un premio, ha decicido posar completamente en pelotas para la edición americana de la revista Vanity Fair. Yo me quedo un poco raro porque el año pasado Jennifer se quejaba (con razón) de que le habían hackeado el móvil y el mundo estaba viendo sus fotos sexys y que se sentía "violada en su intimidad". Es decir, al margen de la privacidad, Jennifer tenía la queja de que no quería que el gran público le viera como su madre le trajo al mundo. ¿La solución? Posar como tu madre te trajo al mundo con una serpiente gigante y cobrando un pastizal.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Tampoco es para quedarse un poco raro. Primero, por que hay dinero de por medio.
Y segundo, y para mi mucho más importante, por existe una gran diferencia entre hacer una sesión de fotos como la de Vanity Fair y que cuelgen fotos tuyas sin permiso en internet en la que apareces con la cara llena del semen de tu novio...no se, creo que hay una diferencia muy grande como para ir tachando esto de hipocresía.